Un encuentro con las mejores posiciones sexuales
Juan es un hombre que para nada destaca. No es ese que todas las personas voltean a ver cuando pasa frente a ellos. Más bien, Juan es el tipo de persona que todos ignoran. No obstante, hay un par de cosas en las que Juan es bueno, incluso mejor que el promedio. Y esas son las posiciones sexuales. Pues Juan sabe cuáles son las mejores posiciones sexuales. Y, a diferencia de lo que muchos creen, no son aquellas que puedan verse más extravagantes desde lejos. No. Las mejores posiciones sexuales son aquellas que pueden llevar a sus participantes a esas cotas tan altas y tan deseadas de placer.
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Dos cuerpos desnudos
Juan es un hombre paciente. La paciencia le ha ayudado a entender cuáles son las mejores posiciones sexuales. Aunque su secreto no es algo que revelaremos en esta historia, si contaremos como la paciencia es una virtud que se cultiva.
Porque estando junto a esa pelirroja, unos años menor, de ojos verdes y piel blanquísima, tal y como Juan la fantaseó, difícilmente podía pensar en hacerlo todo con la lentitud que solía hacer. Lo que juan más pensaba era ene estar dentro de ella, unirse a su cuerpo y hacerla gemir mientras disfrutara de un sexo rápido y conciso.
Opero siendo la persona que era, se desnudaron, ambos, con lentitud, en medio de una lluvia de besos. Besos que podrían hacer que incluso se mojara la tierra más árida, con lengua y la humedad deliciosa de la saliva.
Poco a poco se fueron desnudando y despojándose de todas esas capas que cubren lo que en verdad las personas son. Y en medio del calor que se agolpaba, él bajó hacia el sur, donde se encontraba una pequeña pelusilla, un poco más oscura que el pelo de la chica. También se encontraba un sexo que, como una flor, empezaba a abrirse, presa de ese rocío violento que surge cuando se está en el momento.
Las mejores posiciones sexuales
¿Cuáles son las mejores posiciones sexuales? Esto es una pregunta sin respuesta. Porque las mejores posiciones sexuales, pueden variar dependiendo de la persona. Y las mejores posiciones sexuales para ti, probablemente no sean las mejores para otra persona. Ahí radicaba la grandeza de Juan, es edon que no todo el mundo tiene. El conocer cuáles son las mejores posiciones sexuales para cada persona con la que estaba. No es que fuera juan un verdadero Don Juan, pero tenía una forma de conocer a las mujeres en las cuales, según como sucedían los acontecimientos, podía entender qué era lo que debía hacer. Que posición sexual garantizara el placer para ambos y los llevaría a ese éxtasis tan majestuoso que es el orgasmo. Porque si algo le gustaba a Juan, eso era correrse después de una chica. Sentir en la parte sur como el coño lo apretaba, sentir un cuerpo retorciéndose. Y, a diferencia de otros hombres, en Juan no hay prejuicio por usar juguetes que ayuden a su pareja a poder llegar a ese punto glorioso.
Y ahí estaba, sintiendo cada pequeño espasmo, cada pequeña contradicción mientras sostenía ese juguete vibrante contra el centro de su acompañante. Sentía también la pelusilla pelirroja, la cual tanto morbo le generaba. Lo metía lentamente, mesurando cada movimiento. Todo era tan certero como el corte de un cuchillo de carnicero. De alguna forma, él estaba haciendo una incisión en una carne suave, penetrando y penetrando al son del placer de aquella chica.
Cuando se termina, se vuelve a empezar
No importa cuanto se tarda el orgasmo en llegar, porque Juan disfruta enormemente el proceso, casi tanto como el lugar al que se llega. Y cuando por fin ella le grita que se está corriendo, un chispazo recorre el cuerpo de ambos. Algo que anuncia que ha bajado a sus cuerpos es dios que es el placer. Lo que anuncia que ella llega y se contorsiona en sus brazos, y que el no se detiene, para que le orgasmo no se detenga. Y cuando todo a ha terminado para llega, el sigue y sigue, entre gritos ahogados, que ahora son más potentes con la sensibilidad.
Había dejado de sostener el vibrador contra el centro de ella, pero la chica le vuelve a pedir que lo use. Que puede llegar de nuevo, le dice. Que esa es una de las mejores posiciones sexuales que ha hecho nunca. Aunque se trata de una de esas posiciones sexuales que son verdaderamente comunes, la forma en que él entra en ella, como la forma en que la acaricia, todo hace que sea propicio para fundirse en una penetración profunda y placentera, que los vuelve un solo ser hecho placer.
Así, sin avisar, llega el punto en que se corre. El orgasmo llega sin avisar, y como tanto le gusta, deja su semilla sobre esa pelusilla que tiene la chica en su monte de venus. Mientras tanto, el juguete vibrante, instantes después, la lleva a ella también a un segundo orgasmo.
Cuando se termina se vuelve a empezar. Y así, junto con el conocimiento de las mejores posiciones sexuales, Juan se las apaña para complacer como quiere a las mujeres.
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