Hablar sucio es algo que ha tenido muy mala reputación. Cuando pensamos en la frase, lo que podemos imaginarnos son estas típicas conversaciones en los filmes porno, que no siempre son excitantes, y cuyas líneas ciertamente no están escritas por el mejor de los guionistas. Sin embargo, creemos que saber cómo hablarle sucio a una mujer puede ser una estupenda forma de subir la temperatura en la intimidad. Incluso, ¿por qué no? Puede ser un divertido y erótico juego que puedes practicar con tu pareja. Por eso, en este artículo, te enseñaremos cómo hablarle sucio a una mujer.

¡Vamos a ello!

¿Qué es hablar sucio o “dirty talk”?

Para saber cómo hablar sucio a una mujer, es primordial que sepas primero qué es exactamente «hablar sucio».

Empezaremos diciendo que «hablar sucio» no es la única forma en la que se le conoce a esta práctica, pues también se le puede decir “dirty talk”, charla erótica o charla sexy. Incluso hay formas de llamarle cuando se hace de forma virtual, como es el “sexting” (Sextear, unión de las palabras Sexo y Textear).

Sin importar los nombres que se le pueden dar, que casi todos significan más o menos lo mismo, podemos entender el hablar sucio como una práctica en la cual se usa un lenguaje explícito para aumentar el placer durante (pero también antes) del encuentro sexual.

Para saber cómo hablarle sucio a una mujer, es importante entender que no solamente se trata de decir las cosas más guarras que se te ocurran, sino que, más bien, hace referencia a las cosas que podemos decir antes o durante el encuentro sexual para así volverlo más excitante. No solo puede ser una forma de hacer el encuentro sexual más excitante, sino que hablar sucio puede ser un juego previo, e incluso un juego erótico de pareja, que hace que haya una tensión sexual para disfrutar.

¿Por qué aprender cómo hablarle sucio a una mujer?

Hay muchas razones por las cuales aprender cómo hablarle sucio a una mujer.

Fuera de la habitación, podemos decir que saber cómo hablarle sucio a una mujer puede pavimentar el camino para una tensión sexual, que posteriormente se convertirá en un sexo placentero y grandioso. Puede ser una forma de juego o coqueteo que puedes tener con tu pareja, o con alguna mujer con la que estás ligando. Incluso, cuando estás lejos de tu pareja por cualquier razón, saber cómo hablar sucio a una mujer puede ser la forma en que mantengan viva la llama de su relación.

Pero si hablamos de saber cómo hablarle sucio a una mujer en la cama, entonces hay que decir que nuestro cerebro es nuestro mayor órgano sexual. Del cerebro depende nuestra excitación. Es por eso por lo que ciertas palabras, frases, comentarios, etcétera, dichos durante el sexo pueden hacer que el encuentro se vuelva mucho más excitante. Puede poner cachonda a la chica con la que te encuentres, según cuenta la revista Men’s Health, citando un estudio, hasta el 93% de las mujeres tienen fantasías con hablar sucio.   

¿Cómo empezar a hablarle sucio a una mujer?

En el mismo artículo de Men’s Health, se recomienda el sexting como la mejor forma de empezar a aprender cómo hablarle sucio a una mujer.

Los mensajes son algo que puedes pensar más detenidamente, puedes borrarlo si no te sientes cómodo con ellos, y puedes practicar, de manera que encuentres la forma en que más te gusta hablar sucio.

Prueba empezar con tu pareja o con esa chica especial (siempre y cuando estén ligando, de otra forma sería muy incómodo y puede no ser recibido de buena manera).

Empieza con cosas simples, pero que a la vez sean sexy. Nada de fotopene, no necesitas ser así de gráfico. Pero, más bien, es ideal para aprende cómo hablarle sucio a una mujer, practicar con algunos pensamientos, deseos, algo que te gustó de la última vez que lo hicieron, etcétera.

Nos dice el Huffington Post que no es necesario exagerar. Y que, más bien, el quererte convertir, de la noche a la mañana, en una estrella del porno puede resultar en algo fallido. Más bien, prueba frases o comentarios que te hagan sentir cómodo, que sean naturales, y que, por supuesto, sepas que no serán mal recibidos por tu interlocutora.

¿Cómo hablarle sucio a una mujer?

Lo bueno de tener a nuestro alcance la comunicación virtual es que te ayuda a sentirte más cómodo para hacer las cosas de forma presencial. De manera que, si quieres aprender cómo hablarle sucio a una mujer, lo mejor será que te inicies de forma virtual.

Una vez que lo hayas hecho un par de veces, y que te sientas cómo haciéndolo, puedes probar el hacerlo de forma presencial.

Es importante resultar, en primer lugar, que la seguridad es clave. Es la seguridad y la natural con la que dices las cosas lo hará que sea bien recibido, y que sea más excitante. Si tu le dices que «quieres estar dentro de ella», que quieres «follarla de perrito» o que le quieres «comer el coño», tiene que parecer que lo crees y que lo dices en serio, o ella no se lo va a creer.

Lo importante, también es que sea algo que parezca habitual, que pueda salir de ti con naturalidad. No tiene que se run monólogo o un calco de una película erótica que te gusta mucho, más bien, debería ser algo que sientes, que deseas, que piensas, que quieres hacerle.

Algunos consejos sobre cómo hablarle sucio a una mujer

Sabiendo todo eso, aquí te dejamos algunos consejos que te serán útiles para aprender cómo hablarle sucio a una mujer.

• Mantenlo simple: Saber cómo hablarle sucio a una mujer no debería ser algo complicado. No tienes que ser Cervantes en la cama, basta con que digas algo simple que pueda subir la temperatura: «Me gusta como me tocas», «He estado fantaseando con hacer esto contigo», «quiero follarte duro», «me gustaría follarte en (insertar posición», «me encanta tu sabor», «me pones mucho». Y cuando no están en la cama, basta con fantasear sobre las cosas que te gustaría «quiero follarte mientras usas bragas de encaje», «quiero tocarte como a ti te gusta», «quiero masturbarte hasta hacerte llegar». Simple y directo al grano.
• No tienes que fingir: hay que hacer mucho hincapié en la naturalidad, porque al igual que en muchas prácticas sexuales, es determinante el hecho de que tu también lo estés disfrutando. Las mujeres no son tontas, y sabrán si lo que dices es un monólogo que tienes aprendido o es algo que en verdad sientes y que dices desde el fondo de ti. De igual forma, también sabrán si estás disfrutando en hacerlo o no. Así que, si quieres aprender cómo hablarle sucio a una mujer, es importante que encuentres tu voz y una forma en que te sientas cómodo, y que además disfrutes en decirlo. 

Más consejos sobre cómo hablarle sucio a una mujer

Aquí te dejamos otros consejos sobre cómo hablarle sucio a una mujer:

• No siempre es necesario que le hables sucio: también recuerda que el silencio, durante el sexo, también puede ser sumamente excitante. Esos silencios llenos de tensión, de respiración entre cortada, de gruñidos y gemidos pueden excitar mucho más que cualquier palabra. No obstante, usando ambos, podrías volverla loca.
• Recuerda que a las mujeres les gustan los cumplidos: no solamente te enfoques en aquello referente a ti, sino también a ella. Para saber cómo hablarle sucio a una mujer es importante que tengas en mente que a ellas también les gustará que le haces cumplidos, o que menciones cosas referentes a ella: «me gusta como te mueves cuando estás sobre mí», «me pone mucho la forma en la que me tocas», «me encanta como me la chupas», «sabes besar muy bien», «Te ves muy bien desnuda», «me pone mucho tu cuerpo», «gimes delicioso». Hay muchas cosas que les puedes decir durante el sexo, que no necesariamente son guarrada, y que aun así pueden ayudar a que el calor aumente dentro de la habitación.

Conclusión de cómo hablarle sucio a una mujer

Nuestras palabras, dichas de la forma correcta, pueden ser un potente afrodisíaco que podría cachonda a cualquier mujer, o que haría que cualquier encuentro sexual se convierta en un momento único. Y saber cómo hablarle sucio a una mujer, podría darte esos momentos que vale la pena recordar para siempre.

Esperamos que con estos simples consejos puedes aprender cómo hablarle sucio a una mujer, encontrando tu propia forma de hacerlo, con la que te sientas cómodo y, más importante, que ambos lo disfruten.

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