En qué orden hacer las posiciones sexuales
El orden en el cual se deben hacer las posiciones sexuales es una duda recurrente. Especialmente cuando se trata de un encuentro sexual en el cual se quiere dar una buena impresión o se busca satisfacer a la pareja.
Es muy fácil encontrar artículos en internet que hablen sobre las diferentes posiciones sexuales, cómo hacerlas, los beneficios de estas, cómo ayudan a llegar al orgasmo y multitud de cosas más. Pero algo sobre lo que muy poco se habla es, precisamente, el orden en el cual se deben realizar las posiciones sexuales. Incluso, no se menciona si se deben hacer una o más posiciones durante el encuentro. Para los redactores probablemente se trate de algo obvio, pero sabemos que a muchos lectores les genera dudas.
Por lo tanto, en este artículo, os contaremos en qué orden hacer las posiciones sexuales y os daremos algunos tips para saber cuándo cambiar de posición o en qué circunstancia mantenerse en la misma.
Tabla de Contenido
Sobre las posiciones sexuales
Las posiciones sexuales son las formas en las que se consuma el acto sexual y mediante la cual se describe qué es lo que están haciendo los participantes en el acto sexual. Con el pasar del tiempo, diversos libros (entre ellos el kamasutra) se han dado a la tarea de describir cuáles son las posiciones sexuales más idóneas, usando variedad de criterios para hablar sobre esto. También se han dado a la tarea de nombrarlas, de forma que sean fácilmente recordables y cuyos nombres sean llamativos. Es de esta forma en que tenemos nombres como la «Vaquera» o «Vaquera invertida», que también se conoce como «Andrómaca». Otros nombres incluyen «De perrito», «el misionero», y el «69».
Como bien decíamos, lo que se busca con las posturas sexuales es encontrar formas idóneas en que se pueda alcanzar el placer a través del acto sexual. Que sean cómodas, que permitan la penetración más o menos profunda, que estimulen el clítoris o el punto G, que sean visualmente excitantes, y muchas más cosas.
Y aunque cada posición tiene su particularidad y su sentido, el orden, recomendaremos aquí estará centrados en que los participantes del encuentro sexual puedan disfrutar al máximo y llegar al clímax del placer. Hay muchas más variantes, pero aquí os contaremos una.
¿Qué es lo primero que hay qué hacer?
Lo más idóneo es que, antes de ir de lleno al acto sexual (como puede ser entendido el coito), es que haya un juego previo primero.
El juego previo es un término paraguas que puede incluir una gran cantidad de prácticas. Hay estudiosos que piensan que el juego previo no existe, porque también se puede considerar como sexo, pero para efectos prácticos, hablaremos de juego previo.
Esto puede ser caricias, besos subidos de tono (especialmente usando la lengua), desnudarse de forma sexy, o tocarse con clara pretensión sexual. En este sentido, conocer las zonas erógenas puede ser de utilidad . Tocar las nalgas, tocar los pechos el pene o acariciar la vagina.
También en el juego previo está incluida la masturbación: estimular a la mujer a través de la estimulación vaginal, clitoriana o anal. O estimular al hombre a través de la estimulación del pene, masturbándolo, o estimulación del ano (si el hombre lo disfruta).
También está el sexo oral, que se suele hacer después del toqueteo. Dependiendo de la naturaleza del encuentro se puede hacer o no. Hay lugares y momentos donde no es lo ideal hacer o recibir sexo oral, por más placentero que sea, y es mejor usar las manos. Pero también es importante saber cómo hacer un cunnilingus en caso de necesitarlo.
¿Cuándo cambiar de juego previo al encuentro sexual? No hay una regla general al respecto. No hay que dedicarle poco tiempo, porque corremos el riesgo de no estar (o que tu acompañante no esté) suficientemente excitado. Pero tampoco es necesario durar 30 minutos estimulando a tu pareja (a menos que ella te lo pida o que la situación lo amerite). Así que presta mucha atención y procura que tanto tu como tu pareja estéis listos para ir al meollo del asunto.
¿En qué orden hacer las posiciones sexuales?
No necesariamente hay que pasar después del juego previo. Si con tu pareja solo desean masturbarse hasta llegar al orgasmo, o hacer un 69 o darse sexo oral, eso no tiene porqué ser un inconveniente. Al contrario, es una forma en que ambos disfrutarán mucho del sexo.
Ahora, si queréis ir al asunto, lo más recomendable es buscar una posición que favorezca. Que sea cómoda y que permita empezar a disfrutar.
Al principio, puede ser idóneo la posición de perrito o que ella esté arriba. Penetración de lado y de espaldas detrás de ella puede también ser muy buena para empezar.
De esta forma, se puede iniciar lentamente, con una penetración más bien lenta, pero muy sentida, e ir aumentando la intensidad.
Y en el caso de que ella esté arriba, que sea ella quien lleve el ritmo.
No es necesario cambiar de posición durante el acto sexual, porque en una misma posición hay muchas posibilidades. Puedes hacerlo lento, ir aumentando el ritmo. Puedes hacer pequeñas pausas, en las que masturbas a tu pareja. Puedes acariciarle, estrujarle, besarle. Incluso puedes interrumpir la misma posición para realizarle o que te realice sexo oral. No obstante. No obstante, la idea no es sobrecargar el encuentro sexual, tocar en todos lados, lamer besar, hacer todo a la vez. No. Lo ideal es dejar que todo fluya de forma natural. Y si ambos están bien manteniéndose en una misma posición, cambiando el ritmo, o empezando lento y subiendo hasta una intensidad considerable, entonces está bien.
No todos los encuentros sexuales deben durar una hora. A veces solo con unos minutos, ambos pueden disfrutar un montón.
¿Qué posición hacer después de la primera?
La única razón para cambiar de posición es que o tu pareja desee hacerlo o que tú desees hacerlo. Fíjate bien si durante la primera posición hay alguna incomodidad para tu pareja o para ti, pues eso puede ser una razón para que tu pareja cambie.
No obstante, también está bien cambiar de posición porque deseas una cierta vista (cambiar de perrito a ella arriba, por ejemplo) o porque deseas una sensación particular. Lo mismo sucede con tu pareja, que puede querer cambiar de posición con las mismas razones.
Por lo tanto, ya luego de la primera posición sexual, cualquiera que venga después estará bien.
La segunda, o la tercera posición que elijas o que elija tu pareja, debería llevarlos o llevarte al orgasmo.
¿Qué hacer si tienes un orgasmo pero tu pareja no?
Esto es un tema que podemos profundizar mejor en otro artículo. Pero grosso modo, si tu te corres pero tu pareja no muestra iniciativa por ayudarle a llegar al orgasmo. No preguntes: ¿te corriste? Más bien, acércate, bésale, acaríciale, estimúlale. Puedes incluso masturbarle o darle sexo oral hasta que acabe. Lo más importante para lograr satisfacer sexualmente a una persona es mostrar interés. Demostrarle que estás dispuesto o dispuesta a llevarle al punto máximo del placer. Y si tu te corriste, lo menos que puedes hacer es ayudarle a que se corra también. A menos que tu pareja no quiera correrse o que esté muy cansado o cansada para seguir.
Conclusión
No hay un orden específico en el cual hacer las posiciones sexuales, ya que el fin de estas es darte una posición cómoda y excitante para poder llegar a un orgasmo. No obstante, hay algunas formas de empezar que pueden ser mejores que otra. También hay algunas posiciones sexuales que pueden ser mejores para empezar que otras. Pero, en realidad, el orden en el cual harán las cosas dependerá de los dos y cómo se desarrolla el encuentro sexual. Hay que recordar que los encuentros sexuales son como una conversación: pueden ser rutinarios y aburridos o pueden ser sorprender, y llevarte a un punto que no conocías. A fin de cuentas, es una interacción humana como cualquier otra.
Esperamos que os haya gustado este artículo y que os sea de ayuda. Y si deseáis aprender más, no olvidéis de visitar nuestro blog.